Poltergeist: juegos diabólicos : los secretos del rodaje

Originalmente, cuando Tobe Hooper, Steven Spielberg y los guionistas estaban tramando la historia, Carol Ann iba a ser asesinada en el primer acto y luego se enfocarían en la casa en el segundo. Decidieron que esto era demasiado oscuro y optaron por que los fantasmas la secuestraran. De hecho, muchos de los elementos oscuros fueron eliminados porque Spielberg quería una clasificación PG para que la película pudiera exhibirse como una función doble en los cines con E.T. El extraterrestre (1982), estrenada simultáneamente.

La "Maldición Poltergeist" es una leyenda urbana basada en el hecho de que se han producido varias muertes desafortunadas de actores que aparecieron en la franquicia, así como otros sucesos extraños. Algunos creen que fue causado por el uso de esqueletos reales en el set. Este se convirtió en el tema central del episodio de E! True Hollywood Story, Curse of the Poltergeist (2002). Hubo cuatro muertes, de las cuales, sólo una podría considerarse antinatural, la de Dominique Dunne, en 1982, a los 22 años, quien fue asesinada por su exnovio después de que ella rechazó su intento de reconciliarse. De las otras tres muertes, todas fueron resultado de enfermedades crónicas de larga duración: Julian Beck (Kane en Poltergeist II. Juegos diabólicos II (1986)) murió en 1985 después de una larga batalla contra el cáncer de estómago; Will Sampson (Taylor en Poltergeist II. Juegos diabólicos II (1986)) murió por complicaciones de un trasplante de corazón-pulmón y Heather O'Rourke (Carol Anne en las tres películas) murió en 1988 a los 12 años de un paro cardíaco causado por un shock séptico por una obstrucción intestinal causada por una estenosis intestinal después de haber sido diagnosticada erróneamente con la enfermedad de Crohn en 1987.

Stephen King estaba considerado para escribir el guion. Habría sido la primera cinta escrita por King directamente para la pantalla, pero las partes no pudieron ponerse de acuerdo sobre los términos.

Los dos terrores que atormentan a Robbie provienen de los propios miedos de Steven Spielberg cuando era niño: el miedo a los payasos y a un árbol frente a su ventana.