Inicialmente, el director Darren Lynn Bousman y el guionista Leigh Whannell no querían involucrarse con una tercera parte de la saga. Fue hasta la muerte del productor, Gregg Hoffman y una plática con el director de la original, James Wan, que decidieron filmarla, a modo de homenaje del fallecido productor.
En el mercado internacional, esta fue la cinta con mayor recaudación de la saga.
Se filmó en 32 días, en locaciones de Toronto, Canadá.
Con una duración de 108 minutos, esta es la cinta más extensa de la saga de Saw.