Rachel Weisz no apareció en esta tercera parte y fue reemplazada por la actriz Maria Bello, interpretando al mismo personaje. Hubo diferentes versiones de por qué sucedió esto: según el director Rob Cohen, fue porque Weisz se negó a interpretar a alguien con un hijo de 21 años. Otros reporten señalan que a Weisz simplemente no le gustó el guion lo suficiente como para firmar. Circulaban rumores de que Weisz eligió no separarse de su hijo pequeño en ese momento, pero desde entonces dejó en claro que esto no tuvo ningún impacto en su decisión y señaló otras dos películas que protagonizó ese mismo año.
Dado que Jet Li solo estaba disponible para una parte del rodaje, se decidió que el Emperador sería una momia en descomposición o encerrado en terracota en la mayoría de sus escenas. De esa manera, Li podría interpretar al Emperador en persona y el resto del tiempo lo haría un personaje CGI.
Los realizadores originalmente consideraron traer de vuelta al actor Arnold Vosloo, repitiendo su personaje de Imhotep, excepto que esta vez, es un aliado de último recurso que ayuda a los héroes a derrotar al Emperador Dragón. Vosloo odiaba el guion y no quería hacer una película de la saga sin el director original. Stephen Sommers, por lo que se negó a regresar.
En la escena final, un texto en pantalla revela que poco después se descubrieron momias en Perú, un posible guiño para una secuela. De hecho, iba a haber una cuarta parte de la saga titulada "The Mummy 4: Rise of the Aztecs", pero dado que los aztecas son nativos de México, probablemente no se habría ambientado en Perú. Brendan Fraser y el elenco de la tercera película se habían apuntado para la secuela y Antonio Banderas habría interpretado al principal antagonista. Sin embargo, la película fue cancelada a favor del reinicio de La momia (2017), que estaba destinado a ser el primer capítulo del 'Universo Oscuro', películas interconectadas que presentan los monstruos de películas clásicas como la Momia, Drácula, Jeckyl y Hyde. el Hombre Lobo, la Criatura de la Laguna Negra y Frankenstein. Ese proyecto también fue cancelado.
El director Rob Cohen siempre había estado muy fascinado por la cultura y la historia de China, así que cuando se le acercó y escuchó que la historia estaba ambientada en China, inmediatamente firmó como director. Insistió en que la película se filmara en China tanto como fuera posible y se aseguró de que la cultura y el arte chinos antiguos se representaran con la mayor precisión posible.