Representa la ópera prima del cineasta chileno Pablo Larraín.
La cinta fue duramente recibida por la prensa en su país, quienes le criticaban al director que su padre fuera el senador e importante dirigente de la UDI, Hernán Larraín, cuya afiliación política era severamente criticada, y que vieron a la cinta como parte de una herencia derechista.
Ganadora del premio de mejor ópera prima, en el Festival Internacional de Cine de Cartagena, en 2007.