Un verdadero forense siempre estuvo presente en las escenas de autopsia.
Es la primera película de la saga en la que no estuvo involucrado Leigh Whannell, el guionista de la cinta original.
El productor Mark Burg ha afirmado que esta es su cinta favorita de toda la saga.
Se filmo en tan sólo 32 días, mientas que la post producción duro poco más de dos meses.