"Never Let Me Go" es el libro favorito de la actriz Carey Mulligan. Hizo campaña activamente para el papel, ya que no podía soportar la idea de que alguien más interpretara a Kathy, aunque reconoció que pensaba que otras personas podrían hacer una mejor actuación.
Alex Garland confesó que le pidió a Kazuo Ishiguro los derechos de su novela antes de siquiera terminar de leerla.
Mark Romanek descubrió que hacer que Keira Knightley pareciera simple era casi imposible. Durante una entrevista confesó: "Fue difícil. Estaba ansiosa y feliz de hacerlo porque el papel lo requería. Pero incluso en su peor momento, Keira todavía se ve asombrosa".