Con la ayuda de un implante de identificación por radiofrecuencia en el antebrazo, la vida de cada ser humano del mundo se ha vuelto transparente. Ya nadie tiene secretos y todas las áreas de la sociedad están controladas por la gran corporación AETAS. En este mundo distópico, el mediometraje 2012 sigue la historia de Gabriel (Godehard Giese) quien tiene unos treinta años y es un miembro subordinado de AETAS. Debido al reciente suicidio de su abuela Ruth, su vida empieza a irse en pique y queda atrapado en el despiadado sistema de vigilancia del Estado. Como parte de la estricta vigilancia a la que es sometido, pronto un médico, el doctor Braun (Dieter Moor), ordena el traslado de Gabriel al centro de ciencias, donde se le realizará un examen neurológico para medir su estabilidad emocional y mental. Los límites entre la percepción de Gabriel y la realidad posiblemente escenificada comienzan a desdibujarse en una confusión apasionante.