Fue el último largometraje que dirigió Michael Cimino. Paso retirado por diez años hasta dirigir un segmento de la cinta Cada quien su cine (2007)
Según Jon Seda, el director Michael Cimino aparecía con frecuencia tarde y aparentemente bajo la influencia de las drogas. Describió la producción como problemática y el producto final como mediocre. No obstante, se siente honrado por la oportunidad de trabajar con Cimino sobre miles de personas que audicionaron para el papel de Brandon "Blue" Monroe.
Este es el mayor fracaso de taquilla de Michael Cimino. La película recaudó menos de treinta mil dólares a nivel nacional con un presupuesto de 31 millones de dólares.