Opiniones sobre Gattaca: Experimento genético

Lo que vuelve valiosa a la narrativa de “GATTACA” reside en la forma en la cual critica al movimiento social capitalista. Adoptando completamente la atmosfera Y2K, que amo, la película a través de un dilema futurista, nos regala una nueva perspectiva sobre como el humano sistemáticamente cómo si fuese por naturaleza tiende a discriminar a los que de alguna forma concibe cómo de “menor valor social”; aunque esta película pinta una realidad ubicada en un futuro cercano, a más de 28 años de su estreno, seguimos viendo reiteradamente cómo el “valor” de las personas a la hora de intentar subir esta horrible escalera social, radica más en dónde nacieron y las facilidades que se les fueron otorgadas, que el sacrificio y capacidades de cada individuo, cómo si no entrar dentro del hombre y mujer modelo que impone la sociedad fuese una determinante suficiente para aceptar o rechazar a una persona.

La cinematografía de Slawomir Idziak me fascinó, con una saturación en tonos amarillos hermosa, decorada en planos abiertos y panorámicos, acompañado del espectacular diseño de producción, la cinta crea un sentimiento de asfixia e incertidumbre realmente bueno. Uno de los principales pilares de esta historia, sin ninguna duda es Ethan Hawke, con solo una mirada exterioriza tanto su frustración cómo temor a que le arrebaten por todo lo que ha luchado para conseguir su objetivo; realmente el planteamiento de este personaje es muy bueno, el cómo a pesar de su capacidad tiene que depender de externos para exteriorizar su valía cómo persona es increíble.

Para mi lo que vuelve propositiva a esta película es la tridimensionalidad del guion en la que expone al conflicto, ya que esta podría retratar las injusticias sociales discriminatorias hacia diferentes grupos de personas por no encajar en un molde preestablecido, cómo también podría ser una advertencia sobre cómo el constante avance científico nos ha deshumanizado socialmente al basar a las personas en estadísticas y resultados. Una película que a pesar de sonar “cursi”, nos recuerda cómo el verdadero valor individual radica en que tanto sacrificamos por conseguir un objetivo y no por las condiciones que nos hacen llegar a él. Un mensaje que está al igual de lejos que Titán de cumplirse, pero no por ello tenemos que ignorarlo, ya que justificado o no, estas medidas tan arbitrarias solo fomentan la corrupción en distintos sectores.