En la cinta animada y de fantasía, Dragon Ball Z: Fusion Reborn, dirigida por Shigeyasu Yamauchi, en el Otro Mundo, un oni adolescente maneja una máquina de limpieza y el volumen alto de su música lo distrae, provocando que la máquina explote. El oni es engullido por la esencia del espíritu maligno liberado y se transforma en un enorme monstruo infantil, conocido como JAnemba con habilidades de manipulación dimensional, que además empieza a provocar que los difuntos sean resucitados. Goku y Pikkon están luchando en un torneo cuando son interrumpidos por la aparición de una extraña sustancia cristalina y el Gran Kai los envía a investigar la perturbación. Encuentran que la estación de registro del más allá está encerrada en la barrera cristalina que también es inmune a sus explosiones de energía. Así, los guerreros Z deben defenderse de los muertos resucitados, mientras Goku, Pikkon y Vegeta deben detener a Janemba.
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