Los actores Rowan Atkinson y Rosamund Pike, en los papeles de Johnny y Kate, tuvieron sus debuts fílmicos en una cinta de la saga de James Bond. Atkinson lo hizo en Nunca digas nunca jamás (1983) y Pika en 007: Otro día para morir (2002)
Inicialmente, esta secuela pensaba filmarse en 2006, pero compromisos previos de Atkinson impidieron que eso sucediera.
Se filmo entre septiembre y octubre de 2010, en locaciones de Londres y Kent, Inglaterra.
Segunda colaboración entre Rowan Atkinson y Tim McInnerny, luego de trabajar juntos en la cinta Blackadder (1983)