Naomi Watts y Jessica Chastain estaban atadas para interpretar a Marilyn Monroe en diferentes momentos, pero ambas terminaron abandonándose.
Según Andrew Dominik, el guión contiene poco diálogo y ha descrito la película como una "avalancha de imágenes y eventos".
El director Andrew Dominik trabajó durante varios años desarrollando esta adaptación de la aclamada novela Blonde de Joyce Carol Oates.