Basada en la historia real de Natascha Kampusch, una niña que fue secuestrada durante más de ocho años, hasta el momento de su fuga, en agosto de 2006.
Natascha Kampusch ahora es propietaria de la casa en la que Wolfgang Priklopil la mantuvo encarcelada, afirmando que fue una gran parte de sus años de formación y que no quería que la destruyeran o destrozaran. Sin embargo, el sótano, que se pensaba que era parte de un refugio antibombas construido por el abuelo de Wolfgang, fue llenado de cemento y cancelado.
Cuando Natascha escapo, fue encontrada en buen estado físico por la policía, aunque pesaba solo 42 kg, mismo peso que tenía en el momento de su desaparición, 8 años atrás. La primera oficial que hablo con ella dijo estar impresionada por su inteligencia y vocabulario.