A pesar de yo no ser chileno creo que en Latinoamérica hay un sentimiento empático con los golpes militares; golpes que surgen porque la gente se harta de la nula libertad de expresión o de la imposición de doctrinas para estructurar la sociedad, así que es fácil caer en la convención de esta historia, pero lo que me resultó más interesante está en el enfoque más particular que toca esta película, el lado del médico forense, el que ve los estragos de la batalla personificado en las víctimas que ello conlleva, salimos de ver a los héroes idealistas para centrarnos en el común y ordinario trabajo más de papeleo que otra cosa, pero no por eso más aburrido o menos interesante.
Centrándose si en el golpe de estado, pero no unificándolo completamente, si, es parte y hasta se podría decir un personaje más en la historia de este conflicto, pero me parece que es más un incidente incitador en el arco narrativo de los personajes principales. La crítica es clara desde la primicia, los estragos de la guerra, pero visibilizando más la perversión del humano a la hora de tocar temas tan sensibles, y el cómo una persona con un simple empujón puede trastornarse tan fácilmente. Vista en el cierre evolutivo del personaje de Mario, al final por ese pequeño empujón deja de ser la persona tan auto comprimida que es para envolverse totalmente en el rencor, terminando con su propia dualidad interna que venía construyendo y de cierta manera ocultando, para entender quién es realmente, es igual de frio que los militares o encontró su lado más empático a la hora de construir una relación, ¿él puede llegar a ser tan sínico para ignorar todo lo que pasa fuera de su oficina?. Para mi este contraste moral es el vehículo que la película establece para inmiscuirte en la trama, que si resulta, pero me parece que se podría haber explotado un poquito más tanto en el personaje de Mario cómo en los personajes secundarios, en donde la falta de dialogo afecta el desarrollo interno de ellos, llegándose a ver en ciertas escenas puntuales “personajes de una sola nota”, que se agrava más con la falta de naturalidad de los diálogos, sobre todo en los que buscan ser más expositivos a la hora de profundizar a los personajes, pareciendo que están metidos con calzador. Lo que me llamó la atención de la trama está en la falta de identidad con la que presentan a Mario, un personaje sumamente inseguro, en el que el mismo se ve menos a comparación de otros, en donde a través de la miseria empatiza con Nancy, que al igual que el ninguno está en el lugar que les gustaría estar. Ambos encuentran su empatía en lo infelices que son los dos. La narrativa expone con ojos críticos la normalización de la perversión en donde, en una crisis nadie ve más que por ellos mismos, en donde se ve el lado más cruel del humano, un humano sin moralidad y con una apatía total. Que se visibiliza principalmente en las escenas en las que se estudia y se “contabiliza” a los cuerpos de las víctimas, pareciendo que despojan de su humanidad al cuerpo, para volverlo una simple cifra.
El apartado técnico realmente es muy simple, más allá de escenas en las que se ven los estragos de la batalla en las tierras chilenas, la película es muy simple en este aspecto, no hay nada que luzca o que sobre salga, más allá de destellos en el diseño de producción que si llegan a ser interesantes, si se siente el limitado presupuesto de la película.
Post Mortem, habla sobre la falta de empatía del ser humano vista desde un apartado más “realista”, el cómo las personas se van pervirtiendo a medida que la misma sociedad o que la situación lo permita para sacar a relucir su verdadera cara que más de uno no conocía.