Mulán es encantadora, es una historia de aceptación tanto interna como externa con la gente que te rodea. En su conflicto externo, la película es expresivamente genial, con secuencias visualmente increíbles, como la escena de la avalancha o la del templo al final. En su exterior, la película habla sobre valentía, en una guerra predeterminada a un cierto estereotipo de “soldado”, pero a medida que avanza la trama, el Sub diálogo toma fuerza, para mi esta película es una crítica a la perfección impuesta, ya sea en Mulán, en querer que sea una esposa “perfecta”, ligándola a ello y estereotipándola a un solo roll en una sociedad pre establecida, no dejando que demuestre lo que realmente puede hacer bien, o con lo que realmente se pueda sentir orgullosa. Lo mismo pasa con Yao, un Comandante, que tiene que ser perfecto, “tiene que guiar a los cadetes a la perfección”, en su construcción Yao es un soldado sin fallas, no tiene permitido cometer errores; y así con todos los demás personajes como Mushu o los demás soldados, que tienen que estar a la altura que otras personas les impusieron. Y a mí es lo que me encantó de la película, cuando los personajes rompen su cascaron y son como realmente ellos son, con fallas; pero siempre intentando mejorar y aprender de sus errores, ya sea la secuencia de la nieve donde Mulán al “arriesgarse”, salva a los demás, lo mismo con Mushu, rompe el plan inicial haciendo lo que realmente cree correcto, si en un inicio el plan parece horrible, pero al actuar por si mismo encuentra una resolución real al problema. La historia por obvias razones siempre tiene en su foco a Mulán, pero no por ello, la hace perfecta a comparación de los demás. Cada personaje en su viaje tiene una evolución natural en su actuar. No se vende la perfección de un personaje porque es “la protagonista”. Si, la película no es perfecta, y tiene cosas que no acaban de cerrar, como la de los soldados que no perciben que Mulán sea muy femenina para ser un soldado hombre, o en momentos el accionar de los personajes es muy impulsivo. Pero a pesar de ello la película es genial.
Algo que amé de la animación es como sus colores se van trastornando a medida que avanza la película, en un inicio la película tiene una paleta de colores hermosa, colores claros que hacen al ambiente tenue, pero a medida que la historia avanza esos colores brillantes se transforman en colores grises y apáticos. La animación se conjuga con el estado que plantea la escena.
Mulán, es un viaje tanto interno como espiritual en la búsqueda de la aceptación.