El tele-Gurú

En la comedia dramática El tele-Gurú, dirigida por Stephen Herek, Ricky Hayman ha tenido una considerable baja en su rendimiento laboral, como director de un canal de venta de productor para el hogar, cuyas ventas han caído notablemente. Dado a ello, recibe un ultimátum del dueño del canal para mejorar las ventas, además de asignarle a una nueva asociada, Kate Newell, con quien tiene una mala relación. Una tarde, manejando para discutir nuevas ideas, se encuentran con un extraño pero carismático hombre, que se hace llamar G, quien, con una túnica blanca impecable, parece estar siempre feliz y sonriente. A través de varias coincidencias, G termina en un infomercial que altera a la producción, pero genera enorme simpatía entre la audiencia, lo que lleva a utilizarlo para vender sus productos. Pero en medio del éxito de ventas, Ricky tiene la impresión de que está utilizando a un hombre genuinamente bueno para explotarlo y debe decidir si ese es el camino que quiere para su vida.