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    Coco
    Críticas
    4,5
    Imprescindible
    Coco

    Coco

    por Carlos Gómez Iniesta

    Las expectativas alrededor de esta cinta no eran pocas. Sobre todo cuando otras producciones de alto prespuesto como Spectre o Batman v. Superman habían rebajado el icónico Día de Muertos a un simple desfile de calaveras. Sorpresivamente, los seis años de investigación para crear esta historia dieron frutos y estamos frente a una cinta enternecedora, profunda y divertida. Además de una representación visual que refleja la forma y cultura de un pueblo michoacano que trata esta fiesta como uno de los eventos más importantes del calendario, no un mexican curious.

    La historia se centra en Miguel, un niño de 12 años que ama la música pero sus parientes la prohiben: Desde hace tiempo no se puede oir un canto o un acorde en cualquier instrumento debido a que uno de ellos abandonó a su familia buscando el éxito. Eso no le importa mucho a Miguel y sus ganas por exponer su talento. Tanto así que recorrerá el inframundo donde conocerá a sus ancestros, los mismos que estaban en las fotos de la tradicional ofrenda, para ganarse sus bendiciones. Y son ellos mismos los que le ayudarán a encontrar su camino mientras reconcilia algunas heridas del pasado de la familia.

    Destaquemos la imaginería sobre todo lo demás. Sí, es viva y pintoresca la recreación del Día de Muertos, justo cómo lo hemos visto en los panteones de México en octubre. Pero una vez que nos adentramos a la tierra de los muertos, los colores explotan en la pantalla. Las reglas creadas para este mundo, como el departamento de migración a la tierra de los vivos, su exótica arquitectura y sus habitantes, hacen gala de la creatividad de marca Pixar –aunque es triste comprobar que aún después de la vida estaremos divididos en clases sociales–. Incluso los múltiples tributos a los artistas más representativos de México son divertidos y respetuosos. Basta ver la lista de cameos entre los que destacan Cantinflas, El Santo, Frida Kahlo entre los muertos y, entre los vivos, aquellos que hacen el estupendo doblaje, desde Marco Antonio Solís "El Buki" hasta Elena Poniatowska.

    El largometraje 19 de Pixar es también una gran pieza emotiva. Imposible no recordar a los amigos y parientes que ya no están con nosotros. Provoca realizar un exámen de conciencia sobre cuánto tiempo le dedicamos a nuestros fieles difuntos. En esta tierra y en la otra, recordarlos debe ser lo más importante, según lo dice este cuento. 

    Mucho se habló de las posibles similitudes temáticas con El árbol de la vida de Jorge Gutierrez, sobre todo porque en ambas cintas hay un niño guitarrista que viaja al inframundo para conocer a sus ancestros. Pero Lee Unkrich, ganador del Oscar por Toy Story 3, supo distanciarse de aquella con respeto y cariño hacía este país. Será interesante ver cómo reacciona el público en otras culturas menos conocedoras del tema. Mientras tanto, ahora sí lo podemos decir: En efecto, Coco es una carta de amor a México.

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