Opiniones sobre Los siete magníficos

Antoine Fuqua se consagra cómo uno de los directores más espectaculares con esta película, retomando los cimientos de una película wéstern en su máximo esplendor, presenta un remake de Los siete magníficos de 1960, trayendo consigo y lo más importante la esencia que hizo a este género brillar, escenas en las que se resalta la figura de los protagonistas, el bien vs el mal simplificado en la ropa que usan, blanco para los buenos y negro para los malos, escenas que provocan suspenso en las que se hace un close-up a la cara de los personajes, esta película tiene todo lo que volvió a este género icónico; pero con la adición muy importante de un cast súper talentoso encabezado por el actor consentido de este director Denzel Washington, al que le hacen compañía, Chris Pratt, Ethan Hawke, Vincent D’Onofrio y una enorme cantidad de stunts que vuelven a cada escena de acción, una obra de arte.

Como lo mencione la trama se desarrolla en una historia convencional wéstern, “los buenos tiene que viajar de punto A a punto B para liberar a las personas de un codicioso hombre de negocios”, la trama es así de redonda pero lo que vuelve icónica a esta película está en el pulido trasfondo que esconde esta película que para mí se simplifica en la misma Fe, que toma cómo método angular de la trama la misma iglesia del pueblo, que metaforiza la perdida de esperanza en un inicio para los habitantes de este pueblo cuando literalmente se hunde en llamas para posteriormente ser reconstruida por un sentimiento recobrado de esperanza que nace por la luchar por un objetivo, el recuperar lo que por derecho es suyo, y buscar cerrar su arco de redención con la venganza. En el que se plantea la dualidad que mueve a esta historia, algo tan tangible cómo la tierra en sí, en la que ambos grupos le dan contextos totalmente diferentes, los del pueblo, crean en sus tierras un lugar dónde pueden continuar con su vida, dónde pueden construir algo propio, es la luz que mueve la esperanza de los que decidieron establecerse ahí, viendo esto cómo algo más metafórico. Mientras que Bogue busca sacar algo más simplificado cómo lo es el oro para aumentar su fortuna, buscando lo tangible de estas tierras. La presentación de cada protagonista de esta historia es genial, mostrándolos desde una figura imponente, con las que sin decir palabras sabes de lo que son capaces. Tomando como ejemplo la espectacular presentación de Sam Chisholm en la que se inmiscuye de poco a poco al pueblo, siendo ocultado por las sombras, aunque esté en pleno desierto, en la que la cámara se encarga de resaltar la figura de este personaje, que, aunque no hayas visto físicamente sabes que este personaje es el personaje bad-ass de la trama que se mueve en una línea de grises. Y así con todos los protagonistas, estos personajes pueden no tener un desarrollo tan profundo, pero con su carismática presentación es todo lo que necesitamos para encariñarnos con ellos, teniendo cómo conflicto interno el encontrar un significado a su vida, dónde si, no son las mejores personas, su misma presentación muestra eso, pero lo importante es en cómo deciden terminar su vida cómo dice el personaje de Denzel Washington, teniendo cada personaje una redención en su muerte, en el que decidieron luchar por un bien mayor. La historia refleja una estructura del camino del héroe clásica, pero el cómo se desarrollan tanto los personajes cómo su mundo en sí es lo que vuelve a esta película diferente, es lo que la vuelve mágica, el explotar los métodos clásicos de este género para de ahí impactar al espectador, esta película transmite a través de las emociones, en las que, aunque no tenga la trama más compleja sabe cómo llegar a tocar las fibras más sensibles del espectador.
La fotografía de Mauro Fiore es espectacular, sobre todo en cada plano en la que se prioriza el entorno, o cada escena en la que reluce la figura del protagonista, la fotografía juega cómo un personaje más en la historia, en la que a través de enfatizar la expresión de los personajes crean tensión. Que no hubiera sido tan meticulosamente correcta sin Antoine Fuqua, el maestro detrás de todo esto, que culmina esta película con una escena de acción de casi 30 minutos en el momento más climático de la cinta, en la que se denota un trabajo técnico brutal, la pelea final es una oda a este género y al cine en sí; en la que logra con creces contar una historia de wéstern fantástica. Los montajes de John Refoua son increíbles, el cómo se presentan a los personajes, las extensas escenas de acción que cuentan con un detalle espectacular, o hasta las escenas de diálogo son hermosas, algo que hace esta película genial está en priorizar el entorno desde la fotografía antes de los personajes. El vestuario de Sharen Davis es increíble, toma ese concepto clásico de que los buenos vayan vestidos de blanco y los malos de negro, pero lo profundiza mostrando trajes más detallados, cada traje se siente gastado, crees que los personajes apestan, los personajes que están en las minas realmente parece que llevan 1 mes ahí, es un aspecto más oculto pero que le da aún más matices a este mundo. Las actuaciones son los que hacen a esta película magnifica, la gran personalidad de estos actores son los que hacen a estos personajes interesantes, que más que uno no tiene un arco tan marcado, siendo para mi Peter Sarsgaard el que más resalta, es el antagonista principal de esta historia, tiene una meta clara y concisa, pero su personaje no es expositivo, y aun así lo odiamos, con las pocas líneas que tiene este personaje logra crear a un ser realmente despreciable y logra que lo odies, sin ser un personaje al que se le dé un gran foco en la pantalla. Y todos los demás están encantadores, amas a Denzel Washington es un personaje que bajo a toda esa imponente mirada se esconde alguien resentido que busca ocultarlo en una personalidad fría, amas a Chris Pratt (Que fue mi personaje favorito) por ser ese personaje torpe, pero de buen corazón, aunque un poco pretencioso en sus habilidades, Ethan Hawke en un papel más profundo en las que cubre las inseguridades, todos están fantásticos.

The Magnificent Seven es una carta de amor al cine wéstern, en la que explotan los momentos que volvieron a este género icónico, envueltos en una trama concisa, que da pie a momentos visualmente espectaculares que solo un director como Antoine Fuqua era capaz de hacer.