Steven Wilson compuso una canción, del mismo nombre, inspirada en la película.
Se filmó un final alternativo donde las dos chicas escapan de la casa en llamas, no solo una de ellas, y se juran guardar el secreto en secreto.
Esta película está filmada casi en su totalidad desde el punto de vista de las dos niñas. La posición de cámara se mantiene al nivel de sus ojos y los encuadres impiden que veamos a los adultos que aparecen en la historia en su totalidad, escuchándolos como voces fuera de cuadro o dando la espalda al espectador.
Las escenas se filmaron principalmente en casas de estilo colonial, habitadas principalmente por familias acomodadas de la Ciudad de México, como la familia de la protagonista de la historia.
Ésta es una de las últimas cintas dirigidas por Carlos Enrique Taboada ya que después de filmarla se dedicó principalmente a escribir para otros directores y a realizar proyectos de televisión.