El director decidió elegir actores no profesionales que aportaran a la película experiencias de su propia vida.
Algunas escenas de la cinta se grabaron en el Parque Nacional "Grand Teton" en Wyoming, Estados Unidos.
Diego Quemada-Díaz, antes de esta cinta, trabajó para directores como Iñárritu, Oliver Stone y Fernando Meirelles.
Al final de los créditos, la película agradece a los seiscientos migrantes que participaron en ella en su paso hacia Estados Unidos, los menciona a cada uno por su nombre y apellido.