A diferencia del ambiente cerrado de la primera parte, esta secuela muestra lo que sucede en las calles durante la purga.
James DeMonaco, productor y guionista, ya había trabajado con el maloso Frank Grillo en The Kill Point, lo que ayudó a que fuera seleccionado para 12 horas para sobrevivir.
En lugar de hacerlo en un estudio, la producción agregó realismo filmando en el centro de Los Ángeles. La gente, los autos y los helicopteros que por ahí pasaban también ayudaron.