Toro : los secretos del rodaje

Carmela Maellas, la peluquera del film, explica que Mario Casas lleva el pelo muy corto en la película. Como la historia de Toro transcurre en dos días, Maellas tuvo que vigilar durante el rodaje que al actor no le creciera demasiado el pelo, de modo que se lo cortaba cada semana.

Toro, el personaje de Mario Casas, se pasa casi toda la película vestido de uniforme. Paula Ventura, la jefa de vestuario, comenta que por eso tenía 25 camisas blancas diferentes, que se iban llenando de sangre por las peleas que va superando el personaje.

A excepción de otras películas con escenas arriesgadas, en Toro han dejado al propio Mario Casas hacer varias secuencias de acción. "Mario conduce muy bien, vamos muy seguros con él", explica el director Kike Maillo.

Kike Maíllo, director de Toro, comenta que "la razón por la que las peleas parecen reales es el riesgo, cuanto más cerca pasa el golpe de la persona a la que tienes que pegar, más te tragas que ha habido un impacto". Y por dar un dato, en el film, Toro, el personaje que interpreta Casas, se mete en muchas peleas.

Parte de la historia transcurre en tierras del Sur, por eso el film se ha rodado en varias localizaciones de Andalucía como Cabo de Gata, en Almería, o Fuengirola, en Málaga. Sobre el rodaje en Fuengirola, Enrique López-Lavigne, productor ejecutivo del film, ha comentado que unas de las localizaciones era un edificio "característico de la arquitectura desarrollista de los años 60 en España". Y es que, el paisaje es "un elemento más que forja esta personalidad que tiene 'Toro'", añade.

Arnau Valls, director de fotografía de la película, cuenta que a Toro han querido darle "el aspecto de las películas setenteras. El film tiene un referente de color muy fuerte, que quiere recordar a los 80 y a los dramas de héroes que tienen una lucha entre su mundo interior y encajar en la sociedad". Por su parte, el director Kike Maíllo, ha comentado al respecto: "En general la película es muy colorista".

Una parte de la película se ha rodado en Galicia. Es allí donde se explica qué les sucedió a los personajes hace cinco años. Curiosamente los dos actores principales, Mario Casas y Luis Tosar, son gallegos. "Estamos muy contentos de estar en nuestra tierra", ha comentado al respecto Tosar.

Según el director Kike Maíllo: "marcharte de una localización en la que has estado mucho tiempo rodando tiene un punto nostálgico". Claro que además, está el tema de la logística de la producción: "Los traslados son unas de las movidas más grandes del cine, porque si eres escritor y tienes que moverte solo necesitas un lápiz, mientras que si te tienes que mover cuando haces cine el volumen de hierros y aparatos que necesitas para contar una historia es tremendo", comenta el director.

La peluquera del film, Carmela Maellas, ha comentado que el cambio más espectacular para la película fue el que experimentó Claudia Canal, que da vida a Diana, la sobrina de Toro. Según Maellas: "Diana llegó con el pelo largo y tuvimos que explicarle que su personaje era una niña que se sentía niño, y llegamos a un pelo corto con el que yo creo que ella se siente muy bien".

Con este film, son tres las películas en las que los actores Mario Casas y José Manuel Poga han coincidido juntos. Las dos anteriores fueron Palmeras en la nieve (2015) y Grupo 7 (2011).

Según Fani Bello, ayudante de maquillaje de la película, todos los maquillajes de los personajes están muy elaborados. Concretamente Toro, el personaje que interpreta Mario Casas: "lleva marcas en la cara para que se vea una piel más endurecida", comenta. Concretamente los tatuajes son transfers, ya que al ser una película de acción se suda y hay menos tiempo para retocar. Eso sí, son sencillos de colocar, como una pegatina.

Según Kike Maíllo, director del film: "Tener a Mario Casas y a Luis Tosar por primera vez juntos es como tocar una partitura con los mejores instrumentos". Además el director ha  reconocido que Casas "se está sacando de encima esos tópicos televisivos y se está viendo al grandísimo actor que es".

José Sacristán es Romano, el patriarca, que tiene poder y lo ejerce. No solo poder económico también poder moral. El director Kike Maíllo le define como "un tipo de ley, cree en la ley, en la ley que ha creado, que ha escrito y que él impone". Según Mario Casas, la relación de su personaje con el de Sacristán es "padre e hijo". "La relación es muy paternal", explica el protagonista de la película. Toro no tiene padre ni madre y Romano decide acoger a los hermanos en el sur de España y hacerlos suyos.

Paula Ventura, la jefa de vestuario del film, comenta que el look de Luis Tosar "está inspirado en Nick Cave, con americanas y camisas hawaianas". Y es que López, su personaje, es un tipo que lleva cadenas de oro y camisas de flores.

Carmela Maellas, la peluquera de Toro, cuenta que López, el personaje que interpreta Luis Tosar, "lleva una peluca tejida pelo a pelo". Para colocársela a Tosar, Maellas tardaba entre 30 y 40 minutos.

"López es el de desestabilizador, todo lo que hace lo hace medio mal, es un tipo complejo". Así define Luis Tosar a su personaje en Toro. Por su parte, Kike Maíllo, director de la película, explica que "López es un personaje misterioso, en el sentido de que no acabas de saber nunca de qué pie cojea. Es un seductor, un tipo que podría alegrarte una tarde, que puede traer la magia".

En palabras del director del film: "Luis Tosar es uno de los tres mejores actores españoles que hay, es muy sencillo trabajar con él. Hay tres o cuatro personalidades que me he encontrado en mi vida con las que podría rodar una película sin guión y Luis es una de ellas".

De cara a conseguir el físico necesario para interpretar el papel de Toro, Mario Casas tuvo que pasar unas cuantas horas en el gimnasio, y así conseguir una enorme musculatura. De hecho, el actor publicó una imagen suya en su cuenta de Twitter para demostrarlo.

La cinta tuvo su estreno en la inauguración de la 19ª. Edición del Festival de Cine Español de Málaga, en abril de 2016.

Con su primera película Eva (2011), el barcelonés Kike Maíllo debutó ganando un Goya como mejor director novel. Esta es su segunda película.

Es la segunda cinta del director Kike Maíllo, cuya opera prima, la cinta EVA (2011), le otorgó el premio de mejor director novel, en la XXVI edición de los Premios Goya.

La cinta sucede en el transcurso de 48 horas, durante octubre de 2015.