La dictadura perfecta : los secretos del rodaje

Televisa, la televisora más poderosa de México, inicialmente apoyo en la producción de la cinta. Cuando descubrieron que la cinta lanzaba una fuerte crítica a la televisión, abandonaron el proyecto y, se rumoro, que los directivos lanzaron amenazas a los actores que participaban en la cinta. Tiempo después de que se filtró esa información, representantes de la televisora negaron los hechos.

Parte de una tetralogía de cintas del director Luis Estrada, acerca del gobierno mexicano, la corrupción y los escándalos de las autoridades, la cual inicio con La Ley de Herodes (1999), siguió con Un Mundo Maravilloso (2006), después continuo con El Infierno (2010) para terminar con La Dictadura Perfecta. Todas las cintas son protagonizadas por el actor Damián Alcázar.

El rodaje duró cuatro meses y ocupo locaciones en la Ciudad de México y el estado de Durango.

El título de la cinta, La Dictadura Perfecta, surge de una frase del escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien describió al partido en el poder, el PRI, de la siguiente forma: “No creo que se pueda exonerar a México de esa tradición de dictaduras latinoamericanas. México es la dictadura perfecta. Tiene la permanencia, no de un hombre, pero sí de un partido que es inamovible”.

La cinta fue nominada en varias categorías para el premio Ariel, aunque no logró coronarse en ninguna. Las nominaciones fueron para: mejor película, mejor dirección, mejor guion original, mejor sonido, mejor diseño de arte, mejor vestuario, mejor maquillaje, mejores efectos visuales, mejor diseño de arte y mejores efectos especiales.

La cinta tomo como base múltiples escándalos reales de la política mexicana, principalmente los sucesos referentes a los video escándalos que involucran a políticos y el caso Paulette Gebara Farah. También se hace mención a la carrera de actuación de una primera dama y a las declaraciones sobre “la señora de la casa”.

La cinta, en sus etapas iniciales, se conocía como "La Verdad Sospechosa"

Los productores de la cinta buscaron inversión que no estuviera ligada al Imcine. Esto fue debido a que, despúes de la película El Infierno, el presidente de México, Felipe Calderón, se molesto por la imagen que se mostraba del país, en una cinta fondeada por el propio gobierno. Se dice que la presidencia había asegurado que los responsables de la cinta (quienes son los mismos detrás de La Dictadura Perfecta) no volverían a filmar cinta alguna durante su sexenio.