Bienvenidos a Grecia

Los alemanes están llegando para husmear, curiosear e inspeccionar una vez más, porque los griegos siempre están bajo sospecha de mentir, hacer trampa y estafar. Y al parecer no se equivocan: Jörg Geissner, un empleado de AVO-Bank con sede en Munich, llega a la isla de Paladiki para verificar los valores registrados de un crédito otorgado hace años por su banco. Su sospecha: los valores registrados, un hospital y una planta generadora de energía, realmente no existen. Pero los griegos no son estúpidos: impedirán que Geissner demuestre que los valores no existen. Y así, un Geissner completamente abrumado se embarca en una Odisea inesperada por sí mismo, contra el resto de la isla. Su compañero constante es el astuto gonoloco alemán-griego Panos, que se encargará de que la búsqueda de Geissner por la planta de energía no lo lleve a ninguna parte. Mientras tanto, el Alcalde Spyros de Paladiki tratará desesperadamente de conjurar algo, que quizás parezca una central eléctrica, al menos por la noche y con la ayuda de unos tragos y luego un poco más de bebidas.

Perder el préstamo sería una catástrofe para la isla ya destituida y significaría la bancarrota. Una frenética carrera se desarrolla en la isla de Paladiki: una instalación decrépita se convierte, al parecer, en una planta eléctrica, mientras que el exigente auditor Geissner y el hombre de la ciudad amante de la libertad, Panos se conocen un poco mejor y de alguna manera también comienzan a gustarse.

Aron Lehmann dirige esta comedia con guión co-escrito junto a Arnd Schimkat y Moses Wolff. La protagonizan Christoph Maria Herbst (Vicky el Vikingo), Adam Bousdoukos (El padre), Akillas Karazisis (Respira), Georgia Tsagaraki (To eteron imisy) y Kleopatra Markou (Maxilari), entre otros.