Fue el penúltimo trabajo del cómico mexicano Mario Moreno Cantinflas.
El personaje del patrullero 777 apareció por primera vez en El Gendarme Desconocido (1941), y reapareció en El bombero atómico (1952).
Destacando ciertos problemas de la época, Cantinflas convierte esta película en una de sus comedias más crudas sobre la realidad mexicana (puesto que el filme fue realizado en la época polémica de gestión de la policía capitalina del entonces llamado general Arturo Durazo Moreno).