Durante el rodaje de la película en febrero de 2016, se realizó una explosión controlado de un autobús de dos pisos en el puente de Lambeth. Numerosos informes llegaron a la Policía Metropolitana de Londres pensando que se trataba de un ataque terrorista real.
Nick Cassavetes (El diario de Noa) fue ofrecido para dirigir el filme, pero acabó siendo descartado.