Es la primera ocasión en que el estudio Ghibli realiza una cinta que no es japonesa.
Solo seis animadores trabajaron para hacer la cinta, todos del estudio Ghibli.
En las escenas donde se puede ver nadando al hijo con la madre, ambos utilizan únicamente los brazos y no las piernas. Es el mismo modo en que nadan las tortugas.
El reconocido Hayao Miyazaki quiso trabajar con el talentoso Michael Dudok de Wit después de que vio su corto Padre e hija.
Una de las principales virtudes de la cinta, según la crítica, es la manera en que cuenta tan bien una historia sin necesidad de diálogos.
El estreno de la cinta se realizó durante Cannes en el año 2016 y la respuesta fue muy positiva.
La cinta fue nominada al Oscar en la categoría de Mejor Película Animada.