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    El Escuadrón Suicida
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    El Escuadrón Suicida

    Ingenio, diversión y uno de los mejores personajes de DC

    por Tamara Cuevas

    El Escuadrón Suicida, sin tomarse muy en serio a sí misma, comprueba que James Gunn es el único cineasta que conoce bien cuál es el futuro de las historias de superhéroes, narrativa que está llegando a su fecha de expiración por los poco propositivas que han sido las últimas producciones estrenadas en pantalla grande o streaming

    Fue en 2018 cuando se anunció que, tras el breve despido de James Gunn de Disney y Marvel, el director tomaría el proyecto de El Escuadrón Suicida, que había llegado dos años antes a pantalla grande elevando las expectativas sobre este grupo de antihéroes. A esta futura creación se le vendió como una clase de reboot y no como una secuela de Escuadrón Suicida de David Ayer, detalle que agradó a varios pues el director tenía como propósito explorar una nueva historia que, en la medida de lo posible, tuviera cabida para viejos personajes que ya eran entrañables para el público (o sea, Harley Quinn) pero que también presentara nuevos rostros.

    La creación de James Gunn tiene entonces como objetivo principal albergar a los superhéroes más tontos y extraños del universo DC, aquellos que probablemente jamás veríamos en una película. De esta manera Gunn puede incluir en su aventura a Polka Dot Man (David Dastmalchian), quien se nos muestra aquí como un metahumano con mommy issues y no como un villano con trajes que le provean de armas; a King Shark (Sylvester Stallone), enemigo de Aquaman; a Ratcatcher (Daniela Melchior), cuyo poder principal es poder adiestrar a las ratas, entre otros muchos otros que, aunque de aparición breve, dejan huella en la película.

    La misión para este grupo de antihéroes es descubrir quién está detrás de los experimentos realizados en Jotunheim en Corto Maltés, lugar que al mismo tiempo está bajo la autoridad de un gobierno no muy amigable, precedido por el actor mexicano Joaquín Cosío. Para la misión se reclutan a viejos conocidos como Harley Quinn (Margot Robbie) y Rick Flag (Joel Kinnaman) pero, además, tenemos la entrada triunfal de Peacemaker, quien es la mejor adquisición para el universo de James Gunn.

    Peacemaker es una contradicción en toda la extensión de la palabra, pues es un superhéroe tan comprometido con la paz que está dispuesto a utilizar medios violentos para llegar más rápido a su objetivo; la epítome de cualquier superhéroe que haya existido. El personaje es, sin duda, uno de los héroes más honestos que yo he visto en adaptaciones cinematográficas, y John Cena logra entregar un trabajo tan bueno para esta producción que ya se anunció una serie en solitario sobre este héroe para HBO Max.

    El Escuadrón Suicida se siente como un éxito instantáneo porque James Gunn nuevamente vuelve a tomar a los personajes más irreverentes del mundo de las novelas gráficas y los junta en un cuarto logrando que ninguno de ellos se robe la película por completo. Sin necesidad de ahondar en cada personaje de manera individual, Gunn pinta un panorama bastante claro sobre los motivos de cada uno: todos están rotos de alguna manera y en la misión encuentran, de extraña manera, un sentido de pertenencia que aunque dura muy poco tiempo, llega a ser enternecedora.

    Otra de las cualidades que pone muy por encima a esta cinta sobre otras tantas de superhéroes es que James Gunn sabe perfectamente cómo equilibrar el melodrama y el humor. En El Escuadrón Suicida hay muchos momentos donde el director combina ambos sin necesidad de caer en un melodrama que niega su humor o viceversa, ambos elementos tienen espacios designados para alimentar la trama y convertirla en algo que no solamente sea accesible y comprensible para un fanático de superhéroes y cómics.

    Si el humor y el soundtrack son dos cosas a destacar del proyecto de Gunn, también lo es la reinvención de Harley Quinn a cargo de Margot Robbie. Aquí, Harley Quinn ya no tiene como única motivación los amores tóxicos pero está consciente de esos detalles de su pasado y aprovecha El Escuadrón Suicida para reafirmar aún más su nueva narrativa, algo que se venía manejando desde Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn), a través de un breve monólogo sobre red flags en relaciones amorosas que marca uno de los mejores momentos de la cinta.

    El Escuadrón Suicida es una de las producciones sobre superhéroes más disfrutables que, probablemente, sobreviva al paso del tiempo gracias a que su esencia es mucho más original e irreverente que otras, lo cual agradecemos luego de haber convivido en cuarentena con la misma fórmula de historia de superhéroes una y otra vez.

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