Es el primer largometraje en la carrera de Ken Marino, conocido por su trabajo como director de televisión.
La versión joven de Maximo, personaje interpretado por Eugenio Derbez, es interpretado por Vadhir Derbez, hijo de Eugenio en la vida real.
La cinta genero un remake francés, titulado Just a Gigolo (2019), dirigido por Olivier Baroux, siendo la segunda vez que una cinta estelarizada por Eugenio Derbez se adapta al mercado francés. Anteriormente fue la cinta No se aceptan devoluciones (2013) la que se adapto con Dos son familia (2016) de Hugo Gélin.
Fue un éxito en taquilla, recaudando, a nivel mundial, poco más de 62 millones de dólares, de un presupuesto de 13 millones.
Es la primera película de producción norteamericana lanzada en su idioma original, inglés y doblado al español, de manera simultánea.