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    Slender Man
    Críticas
    1,5
    Mala
    Slender Man

    Terror y suspenso en su mínima expresión

    por Octavio Alfaro

    No podemos negar el importante papel que juega el internet en nuestras vidas; ya sea para ver las redes sociales, consultar alguna información o como herramienta de trabajo, es esencial para esta época contemporánea. Justo de este medio han surgido iniciativas, memes y hasta leyendas de terror que antes pasaban de boca en boca, pero ahora van de pantalla en pantalla como la de Slender Man, un ser espectral que acosa, trauma y hasta secuestra a sus víctimas.

    Su fama ha sido tal que este relato ya tiene su película homónima, en la que un grupo de chicas envalentonadas y seguras de que el ser fantasmagórico no existe, lo invocan a través de un video y tiempo más tarde comienzan a vivir las consecuencias con la desaparición de una de ellas. Poco a poco van sufriendo a manos del monstruo, quien más que asustar, parece un maniquí de madera, de esos que ocupan para hacer diferentes poses.

    El problema de Slender Man es que se deja llevar por un relato sin mucho sentido, algo que nació para vivir en la web y nada más. Si antes de ir a ver la cinta no sabes de la existencia de la historia original, posiblemente se te haga aun más aburrida e inverosímil de lo que ya es. No son claros con las motivaciones del monstruo y existen varios hoyos en el libreto que solo te hacen plantear preguntas que se quedan sin respuesta.

    Conforme avanza la trama se repite a sí misma, no pasan de un par de sucesos para ir despachando a los personajes, además de carecer de suspenso, simplemente no te intrigas con lo que estás viendo y también tiene que ver con las flojas actuaciones. No cabe duda de que parte de su inspiración provino de Stranger Things, pero no agarraron las mejores partes de la serie y se quedó en un intento muy lejano del convencimiento.

    carece de identidad y terror, ver a un ente de traje parece algo ridículo y que pudieron haber cambiado de la historia original o darle una razón de ser. Más allá de salir asustado o intrigado por el relato, quedarás defraudado por lo poco que ofrece la película.

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