La cinta se filmó en La Perla, pueblo pequeño de San Juan, en Puerto Rico.
Cuenta con un reparto de debutantes puertorriqueños, quienes también realizaron una versión hablada totalmente en español.
Julio Quintana debuta como director de largometrajes con esta película, tras haber trabajado como director de fotografía en televisión, como operador de cámara en anuncios y dirigiendo sus propios cortos.