En un pueblo del noroeste mexicano, que se vislumbra con un aura del fin del mundo, tres familias diferentes tratan de sobrevivir día con día. El pueblo ha sufrido un desastre natural y, sin apoyo de los gobiernos estatales, se mantiene, casi en su totalidad, inundado. Lo que antes eran banquetas y casas, han desaparecido en el agua. Una de las familias, compuesta por Pani y Paula, ha decido permanecer firmes en su tierra, manteniendo abierto su negocio, una tortillería, a pesar de casi no tener clientes y acumular mayores gastos que ingresos. Otra familia, compuesta por Miro y su padre, solo anhelan salir de ahí, escapar de esa tierra abandonada pero frustrados al no encontrar una oportunidad para marcharse. Finalmente, Jaimito y Yoya viven con miedo y paranoia constante, sin descubrir que, en realidad, ya tienen todo lo que necesitan para tener una vida digna. En Los reyes del pueblo que no existe las familias deambulan entre la cotidianidad y la rutina en uno de los tantos pueblos mexicanos olvidados.