En el año de 1992, la construcción del estanque de Lindoso (Portugal) inundó para toda la vida las aldeas de Aceredo y Buscalque (Ourense, Galicia). Quienes vivían ahí no pudieron hacer nada, ni salvar sus tierras ni sus hogares. Pero sabían que todo estaba a punto de perderse, y muchos vecinos tomaron sus cámaras y comenzaron a grabar. Estas imágenes, obtenidas desde mediados de los años 60, componen un valioso documento histórico y etnográfico, filtrado por la subjetividad y las vivencias familiares. Son, al mismo tiempo, un acto de fe en en las posibilidades del cine doméstico, para que nos demos cuenta de los momentos históricos que nos tocó vivir y que podemos plasmar tan fácilmente. Sin embargo, esto va más allá de lo íntimo pues se revelan como un retrato de los mecanismos con los que actúa el Poder. La tensión entre lo existencial y lo político, y entre el tiempo pasado y la realidad presente, condicionan una historia que se proyecta en múltiples sentidos más allá de si misma.
César Souto Vilanova y Luis Avilés Baquero son los encargados de dirigir este proyecto contando desde la perspectivas de las peronas que tuvieron que abandonar su hogar para siempre.