Crítica de SensaCine.com.mx para Alcanzando tu sueño: Buenas canciones, historia floja

Se necesita valor para llevar a la pantalla grande una historia que ha sido contada miles de veces, pues el verdadero reto es qué le ofrecerá el director a la audiencia para separar su producto del de los demás. Max Minghella decidió correr este riesgo para su debut directorial con Alcanzando tu sueño, protagonizado por Elle Fanning. ¿Logró ofrecernos algo nuevo?

Violet es una chica de raíces polacas que radica en la Isla de Weight. Su padre las ha abandonado a ella y a su madre hace varios años. No se han mudado de una casa que no pueden costearse porque la madre de Violet cree que su marido algún día regresará. Con 17 años, Violet es el principal sustento de su casa, trabajando como mesera y cantando en bares, esto último en contra de la voluntad de su madre, una mujer excesivamente católica.

Aunque Violet es muy tímida, lo único que necesita para pasarla bien en una fiesta – a las que siempre acude sola – es música. Y aunque la conexión con la música y el talento para cantar de Violet son el eje de esta película, Max abusa de las secuencias en cámara lenta para hacernos saber que en cuanto una buena canción de pop está reproduciéndose, Violet se va a otro mundo – en sentido figurado.

Harta de su monótona vida, Violet decide inscribirse al concurso de Teen Spirit, algo así como la competencia de The X Factor o The Voice, y consigue la mentoría de un acabado excantante de ópera, cliente frecuente del bar en el que ella canta. Tras algunas complicaciones, Violet logra entrar al concurso y viaja hacia Londres, donde se llevará a cabo la batalla final. Al poco tiempo de haber ingresado a un mundo enteramente ajeno a ella, la chica intenta adaptarse pero perderá los estribos en el camino, poniendo en riesgo su integridad y – por qué no – su voz después de varios shots de algo que parece tequila.

La historia es sencilla, incluso podría decirse que es bonita. Aunque Max Minghella quiso hacer algo parecido a un musical, no incluyó ninguna canción original, sino covers. La decisión no es arbitraria, Minghella declaró que parte de la inspiración para esta película (de la que también funge como guionista) fue "Dancing on my own" de Robyn: quiere extrapolar eso que puede lograr el poder de una buena canción pop. A Robyn la acompañan "Don’t kill my vibe", de Sigrid; "Lights", de Ellie Goulding, entre otras – todas interpretadas por la asombrosa voz de Elle Fanning.

Sin embargo, Minghella se queda corto al construir la historia de Violet porque a pesar de ciertas subtramas que intentan aportar el factor trágico a la historia, nunca tememos que la chica se quede fuera de la competencia y que su sueño no se cumpla porque, para empezar, Violet nunca expresó que ese fuera su más anhelado sueño.

Entonces, ¿Max Minghella logró ofrecer algo nuevo? No, pero la película vale la pena por una increíble supervisión musical y por el simple hecho de escuchar a Elle Fanning cantar – lo hace mucho mejor de lo que cualquiera espera.