Cachitos picantes

Tras descubrir los engaños de su esposa Candy (Sharon Stone) con el sheriff del pueblo, Tex (Woody Allen), decide asesinarla y descuartizarla para enterrarla cerca de la frontera con México. El hombre se sentía bastante cansado de los constantes amoríos que ella solía tener con muchos otros hombres y no pudo contenerse al decidir aquello. Ahora, durante su camino a un lugar alejado con el cadáver, ha tenido un pequeño accidente: una de las manos de la mujer ha desaparecido. Poco después, en la carretera, una anciana ciega se topa por accidente con el miembro, el cual se encontraba haciendo una señal obscena; por milagro, la anciana recupera la vista y se extraña al ver lo que tiene ante ella, así que decide llevar esa mano directamente con el cura del pueblo alegando que esta le devolvió sus ojos. Poco a poco la locura se desata en el pueblo: gente de todas partes vienen a ver la mano milagrosa, pero esto solo supone problemas para Tex, quien ahora debe recuperarla si no quiere terminar en prisión.