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    Los iluminados
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    Los iluminados

    Fanatismo, infancia robada y temas delicados

    por Octavio Alfaro

    Sarah Suco es una joven, pero experimentada actriz que ahora hace su debut como directora con Los iluminados, una cinta muy personal para la realizadora, ya que el guion está coescrito por ella y la historia se basa en sus propias vivencias cuando era pequeña. La cinta sigue a Camille (Céleste Brunnquell), la hija mayor de una familia numerosa cuyos padres deciden irse a vivir a una comunidad religiosa, lo que provoca que haya muchos límites y reglas en el comportamiento de los niños y por ende ganas de salir a su normalidad.

    Lo que comienza como un experimento se transforma en una forma de vida insoportable para Camille y sus hermanos, mientras que su madre: Christine (Camille Cottin) está como pez en el agua y tratando de escalar en las posiciones dentro de la comunidad, claramente comportándose de forma egoísta junto con su esposo, ya que por momentos pareciera que no tiene hijos y que su apego a la religión es mucho más grande que cualquier sueño.

    Los iluminados cuenta una historia desgarradora; el gusto por la religión se convierte en fanatismo y los protagonistas rápidamente se ven inmiscuidos en escenarios realmente cuadrados y controlados, poniendo incómodo al espectador al presentar ciertas situaciones atípicas que sufren tanto los pequeños protagonistas como los adultos. Te hace reflexionar sobre el equilibrio de la vida, la dependencia ciega de las personas, así como de la importancia de tener una infancia feliz.

    Al ser un drama realmente no hay espacio para los pequeños chistes porque tocan temas muy serios y por ende el ambiente se torna oscuro. La historia tiene momentos álgidos que te indignan, pero también otros que te aburren, ya que para afianzar ciertos pasajes en ocasiones hay mucho parloteo, lo que tropieza el ritmo de la película, en parte por la inexperiencia de la directora por balancear las acciones con imágenes y las que necesitan diálogo.

    Son temas delicados los que se tocan en Los iluminados, por lo que se necesitaba cierto tacto para no ser sensacionalistas, ya que era fácil caer en lo morboso, pero no lo hacen; eso es un acierto debido a que sí entregan el mensaje que quieren. Por otro lado, las actuaciones son lo que debían ser, ni más ni menos, son cumplidoras, aunque sí causa empatía Camille y sus hermanos.

    Los iluminados cumple su objetivo de retratar un escenario complicado y mover al espectador, aunque la forma de contar las cosas quizá no fue la mejor debido a que el ritmo es intermitente y eso causa que sea lenta por momentos.

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