Es el primer largometraje que estelariza el comediante Chevy Chase desde la cinta Día de pinta (2000).
La cinta está dedicada a la memoria del director, escritor y productor Paul Mazursky, quien falleció en junio de 2014. Paul era un amigo cercano del director Greg Pritikin, con quien solía desayunar en el mercado de agricultores en Hollywood con un grupo de comediantes antiguos. Varias de las historias que se contaban inspiraron a esta cinta.
Se filmó entre septiembre y octubre de 2014, en locaciones de Nueva Orleans.