Marca el debut, en largometrajes, del director Victor Dryere.
Es producida por Morbido Films, famosa empresa a cargo del Festival Mórbido, de México, especializado en cine de horror y ciencia ficción.
La cinta fue filmada, casi en su totalidad, con cámaras de 8 mm y súper 8.
Debut del actor protagonico, Rolando Breme.