Fue seleccionada para presentarse en la sección Panorama del Festival Internacional de Cine de Berlín 2019.
Estuvo nominada al Gran premio del jurado en la categoría de Cine mundial - drama en el Festival de CIne de Sundance 2019.
El director hizo esta película con el afán de reflexionar sobre lo que Brasil está viviendo actualmente: radicales en la sociedad y la religión, sobre todo la evangélica en sus distintas variantes, están teniendo cada vez más influencia.
Para el personaje de Joana, Mascaro se inspiró en las tradiciones bíblicas y en los tantos casos de mujeres que fueron mártires cristianas y llevaron vidas en pecado y sexualidad en los que el erotismo se definía de manera religiosa.
En este filme, el director ha intentado "unir burocracia y religión en una unidad indivisible, es decir, acercar polos opuestos”.