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    Obscuro Barroco
    Críticas
    3,5
    Buena
    Obscuro Barroco

    La transformación del yo

    por Miguel Martínez

    Luana Muniz fue una de las primeras mujeres transgénero que aceptaron y mantuvieron su identidad en Brasil. Muniz se convirtió en activista transgénero sin dejar de lado sus pasiones como la actuación, disfrutar de la vida nocturna carioca y el desenfrenado carnaval de Río de Janeiro. Poco después de concluir la filmación de Obscuro barroco, Muniz falleció a los 91 años de edad.

    Obscuro barroco, su último trabajo como artista, es una exploración y búsqueda existencial para definir el yo, a través del travestismo, el carnaval y la lucha política que envuelve a su país de origen. A través de fragmentos de la obra Agua vive, escrita por Clarice Lispector, Muniz cuestiona su propia identidad como ser, más allá de su género. ¿Existen sueños o pesadillas en una ciudad que aparentemente se caracteriza por la diversidad?

    Entre tanta supuesta libertad, las mujeres transgénero deben ocultarse en la oscuridad, aquella donde se sientan aceptadas y no señaladas en una ciudad enferma, similar al purgatorio, según Muniz, pero llena de sueños y aspiraciones. Una metrópoli que oculta su verdadera cara bajo el maquillaje y los extravagantes vestuarios de su celebración anual.

    Bajo la dirección de la directora griega Evangelia Kranioti, Obscuro barroco nos adentra también a un mundo donde sí existen espacios en los cuales la verdadera libertad permea, sin señalamientos ni etiquetas. Donde la anhelada concepción de transformación (alegría, facetas múltiples y posibilidades de vida) de Muniz florece y no sólo se queda como un deseo frustrado. Todo esto filmado bajo la lente que se sumerge en la vida nocturna brasileña, la cual captura la liberación expresada mediante el baile y los exóticos vestuarios enaltecidos con luces neón.

    A través del recorrido de un tétrico payaso maquillado al estilo de ‘IT’ y acompañado con la de voz Luana Muniz, Kranioti contrasta estas dos versiones de la región fluminense al ilustrar la vida que irradia en las calles durante la fiesta de la samba y el sepulcral silencio que impera al término de ésta. Mediante primeros planos, la cineasta galardonada en la Berlinale 2018, también documenta un discurso de lucha personal contra la negación a la vejez que expone la vulnerabilidad de la diva transgénero.

    Obscuro barroco es un íntimo relato que desnuda los pensamientos de una parte de la comunidad LGBTTI brasileña que busca su propia identidad, la necesidad de reinvención de una sociedad golpeada por una crisis política y la urgencia de dar voz a un sector de la población que se considera a sí mismo como un objeto que grita para ser escuchado y salir de la oscuridad que su propio país le ha impuesto.

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