Se filmó a lo largo de 3 semanas, entre febrero y marzo de 2018, en locaciones de la ciudad de Nueva York.
La cinta se realizó con un teléfono iPhone 8, equipado con lentes anamórficos y utilizando la aplicación FiLMic Pro video.
Es la segunda cinta que el director Steven Soderbergh filma con un celular iPhone, luego de la película Unsane (2018).
Steven Soderbergh terminó el primer corte de la cinta tan solo tres horas después de terminar el rodaje principal.