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    Por la gracia de Dios
    Críticas
    3,5
    Buena
    Por la gracia de Dios

    El caso que conmocionó a Francia

    por Tamara Cuevas

    En el 2014 Alexandre enfrentó al monstruo que había mantenido encerrado en un cofre por 30 años: el padre Bernard Preynat. Nacido en el seno de una familia francesa católica, Alexandre perteneció durante su infancia a la brigada de scouts comandados por Bernard Preynat, un pedófilo que abusó de él en repetidas ocasiones, así como de muchos otros niños que, al igual que Alexandre, encontraban en el padre un figura paterna casi mesiánica. Por la gracia de Dios, basada en hechos reales y dirigida por François Ozon, es una cronología con una investigación exhausta sobre el caso del padre Bernard Preynat, la indiferencia de la Iglesia y la resiliencia de las víctimas. 

    Aunque estemos o no familiarizados con el caso de Preynat y las víctimas que formaron Palabra Liberada (una organización entre cuyos objetivos estaba el encarcelamiento del padre) Por la gracia de Dios tiene lo necesario para enganchar al espectador desde el primer minuto. El filme comienza introduciendo a Alexandre, quien se ha enterado que Preynat sigue teniendo niños a su cargo, por lo que sería lógico imaginar que el punto álgido en la película será, precisamente, el reencuentro con este pederasta. Sin embargo, es todo lo contrario.

    A lo largo de Por la gracia de Dios hay varios momentos en los que Preynat hace aparición y, sorpresivamente, Ozon no los convierte en la columna vertebral de la película, sino que le da mucho más valor a los duelos de las víctimas y sus procesos de sanamiento. La pedofilia es un tema tan delicado que Por la gracia de Dios pudo haberse convertido fácilmente en un producto del morbo mediático. No obstante, Ozon consigue que el filme sea una carta abierta en la que se señalan culpables y, además, pone sobre la mesa cuestionamientos éticos, morales y religiosos que vemos agudizados en las víctimas una vez que Bernard Preynat reincide en la vida de todos ellos

    Aunque por momentos la narración llega a ser cansada y plana, la introducción de nuevos personajes mantiene el barco a flote. Si bien el elenco está conformado por destacados actores franceses (como Denis Ménochet y Melvil Poupaud), Swann Arlaud es la verdadera revelación gracias a la interpretación de una víctima de Preynat que ha perdido por completo la fe en sí mismo y en los demás, y que camina siempre sobre una cuerda floja, esperando el momento en que llegue alguno de sus ataques epilépticos. 

    Por la gracia de Dios está muy alejada de convertirse en una película realizada al margen de los hechos. Es en realidad una monografía detallada de las secuelas que el acoso y el abuso sexual dejan en las víctimas. Es una oportunidad para entender cómo un hecho que ocurrió hace más de 20 años afectará de por vida a aquellos inocentes niños que confiaron en alguien que abusó de su poder.

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