El director y los protagonistas estuvieron en constante contacto con fundaciones que tratan la fibrosis quística para estar lo más apegados a la enfermedad posible.
Este filme marca el regreso de Cole Sprouse a la pantalla grande desde Un papá genial (1999).
Justin Baldoni es mejor conocido por su trabajo como actor, pero esta película marca su debut como director.
Desde que salió el trailer ya fue criticada y alabada. Criticada por reales pacientes de esta enfermedad porque dicen que dos personas con fibrosis quística ni siquiera deberían estar en la misma habitación. Alabada porque se muestre la enfermedad en un filme.
La asociación con la que trabajó la producción de esta película es la Fundación Claire's Place.