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    Honey Boy: Un niño encantador
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    Honey Boy: Un niño encantador

    Un retrato intimista de una difícil relación

    por Iván Romero

    Shia LaBeouf se ha caracterizado por ser un actor lleno de tribulaciones, tanto su rebeldía en la industria y las decisiones en su filmografía han ido de polo a polo y por esta razón es criticado. Dentro de su trayectoria (contrario en lo que muchos lo tienen catalogado como “el chico Transformer”) ha sido dirigido por Steven Spielberg, Oliver Stone, Robert Redford, Lars von Trier y Andrea Arnold, nada mal para tener 33 años y los escándalos en los que ha estado envuelto. El intérprete ha demostrado tener interés en la producción, dirección y guionismo sin realmente haber destacado en estos campos, hasta la actualidad. Honey Boy (filme autobiográfico del actor) es escrito y coprotagonizado por él mismo encarnando a su mayor talón de Aquiles: su padre. La cinta es dirigida por la cineasta Alma Har’el (Bombay Beach) y lo acompañan el ya gran Lucas Hedges y una estrella en ascenso: Noah Jupe, quien no dudamos escuchar su nombre cada vez más seguido.

    La película podría definirse por el ahora típico término de intimista, ya que son pocos los personajes que la integran, pero lo importante y doloroso es lo que sienten y comunican tanto con sus gestos, como con sus diálogos, los cuales son bastantes y no lo digo peyorativamente, sino todo lo contrario, la sensatez del texto de LaBeouf es puntual, sin miramientos, sin darle vueltas a las cosas y de una crueldad y melancolía tremenda; esto sorprende viniendo de un actor tan polémico como él.

    El filme sigue a Otis (Noah Jupe), un niño de 12 años que trabaja al lado de su padre como stunt en películas de Hollywood y poco a poco su interés en la industria empieza a aumentar, sin embargo, la convivencia de ambos es dura, compleja y no tiene las suficientes opciones y razones para alejarse. Con el paso de los años, Otis crece y los efectos del maltrato y el amor a su papá lo confrontan en más de una ocasión.

    Ganadora en el Festival de Sundance como Mejor drama y recientemente nominada en los Independent Spirit Awards, Honey Boy ha marcado su vida como filme independiente de manera firme y contundente. Y es que el retrato emocional que hace tanto Shia como escritor y Alma en su debut en una ficción resalta por su intensa y tierna narrativa, la cual no deja de ser una enorme catarsis para aquellos que tengan asuntos pendientes con sus padres. También es un discurso sobre la paternidad, los cuidados y los efectos que causa en ambas partes.

    El impacto y la honestidad de este drama cala en los huesos, no es aleccionador ni chapucero, lo cual se valora y esto también es gracias a interpretaciones sólidas de parte de su elenco. A veces dejar ir cuesta más que hacer una cinta al respecto o escribir una carta, todo esto confiere aceptar las cosas tal cual sucedieron. Honey Boy es un increíble drama que debemos ver para perder el miedo a tantas cosas que tenemos ahí guardadas, de la misma manera que los protagonistas de esta historia.

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