Sydney Sweeney subió 13 kilos de masa corporal para meterse de lleno en la piel de la boxeadora Christy Martin. Además, se adentró en un estricto entrenamiento durante tres meses y medio con una rutina intensa que consistía en levantamiento de pesas por la mañana durante una hora, kickboxing al mediodía por unas dos horas y otra sesión de pesas por la noche por una hora.
Varios años atrás, en el 2018 Amy Schumer reveló su interés en interpretar a Christy Martin en una película biográfica, sin embargo, el proyecto nunca se concretó hasta cinco años después, donde Sydney Sweeney fue elegida como la protagonista.
Una de los principales razones por la cual Sidney Sweeney aceptó estelarizar este proyecto fue porque quería encontrar un papel retador que le permitiera reinventarse como actriz, alejado de típicos personajes clichés. Además, reveló que desde pequeña siempre ha sido una amante del deporte, ya que luchó y practicó kickboxing entre los 12 y los 19 años.