Crítica de SensaCine.com.mx para Leona: Entre el amor y la familia

Aunque a Isaac Cherem le dijeron que no era la mejor idea castear a Naian Norvind para el papel protagonista en Leona porque temían que no entendiera los motivos del personaje, Isaac siguió su instinto. Lo mismo hace Leona (papel que interpreta Naian) en esta película: una chica atrapada entre el amor por un joven y su familia.

Ariela, cuyo significado es Leona en hebreo, es de familia judía. Durante los primeros minutos de la cinta podemos entender que Ariela está harta de vivir bajo las miles de reglas que impone su religión, lo que la lleva a tener una “segunda vida”: es pintora de murales y no está buscando un "junior" que la embarace y le solucione la vida.

Podríamos decir que con Leona estamos ante un coming of age, en el que pronto nos damos cuenta que lo valioso de la película no es en sí el romance que tiene Leona con Iván (Christian Chávez), sino que éste nos sirve de pretexto para conocer mucho más a la protagonista y para que ella se conozca a sí misma. Aunque todo es miel sobre hojuelas en un principio, las cosas se tornarán complicadas cuando Iván, con egoísmo sutil, le reclame a Leona el porqué no le ha presentado a sus papás. El amor entre ellos es una capa más de la cinta que detona y planta, poco a poco, la semilla de indecisión: escoger entre la comunidad judía, Iván o su propia paz.

La química entre Naian y Christian brota de la pantalla, lo cual se agradece, pues no hace al romance algo que al espectador le cueste creer. Las secuencias en las que pasean por Coyoacán durante sus primeras citas o en las que tienen relaciones sexuales parecen cosas que le pasarían a una pareja promedio de 25 años. La razón por la que el guion parece algo tan verosímil y tan apegado a una relación amorosa de nuestros tiempos es porque Naian se sentó junto a Isaac a reescribir el guion de Leona; Naian vertió dudas, miedos, esperanzas y puede que hasta experiencias propias en él. A ésto se suma el conocimiento de la comunidad judía por parte de Isaac, pues ha pertenecido 26 años a esta religión. 

Si puede haber algo que se le encuentre mal a esta cinta, es la falta de momentos cumbres en los que se nos deje ver a Leona completamente fundida en expectativas falsas: un momento en que Naian, como actriz, brille mucho más en pantalla. Fuera de eso, Leona es una cinta mexicana que se vale de un romance para extrapolar muchas cosas en pantalla grande, tales como la pertenencia a una comunidad, la intolerancia, el amor, el autodescubrimiento y la amistad.