No hay que hacer películas para no estar en la casa sin hacer nada o sólo para ganar dinero.Se trata de pensar, escribir y armar un relato significativo para el espectador y no subesttimarlo. Los niños también odian las tonterías anodinas y sin gracia, y Yes day! (Hoy sí!).ofrece sólo eso.No consigue atrapar emocionalmente al espectador desde una dinámica de lazos familiares y sus problemáticas corrientes. No construye un personaje interesarte como eje del relato que se va deshilachando en sucesos sin gracia, con un humor desactualizado, clichés y tonterías cursis,. No existe un adecuado manejo del absurdo ni del buen disparate que haga reír por lo original e inteligente.. Loss lazos familiares se ven impostados y les falta vibración afectiva, con una madre que sobreactúa de modo maníaco y un padre pasivo y complaciente. El final queda abierto con otra cursilería yuxtapuesta y obvia, sin solución de continuidad y sin dar sentido y cierre a la historia que se pretendía contar. Ni Edgar Ramirez con su ductilidad interpretativa queda indemne con este fiasco de película. Inmirable!.
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