En las afueras del Parque Nacional de Corcovado, en Costa Rica, sobrevive un grupo que vio mejores días, generaciones atrás, antes de nuevas regulaciones del gobierno. Ellos son oreros, que se concentran en el cañón del río Carate, un ecosistema diverso y poderoso. Pero el grupo de hombres y mujeres, con sus familias, dedicados a buscar oro en las partes peligrosas del río, caminando senderos inestables, bajo condiciones climáticas extremas, apenas pueden reunir lo necesario para tener un sustento diario, aunque aún sueñan con encontrar una mina que los sacará de su pobreza. Sin embargo, el área ha sido nombrada como zona protegida, por lo que su presencia, común en tiempos de abundancia, es ahora prohibida y están en peligro de ser expulsados de la zona y perder su hogar y su modo de supervivencia.