La idea de la cinta viene de Gaia Furrer, amiga de la directora y productora de la cinta, quien después de la muerte de su padre, empezó a tener sueños recurrentes con él, donde se llevaban largas e intensas pláticas sobre la vida de ambos.
Giada Colagrande funge, en esta cinta, como directora, co guionista y actriz principal.
Aunque es su cuarto crédito como actriz y quinto como directora, es la primera ocasión en que Giada Colagrande actúa en una cinta que dirige.