El productor Arnold Rifkin fue quien tuvo la idea original de la cinta, la cual fue escrita por el guionista norteamericano Michael Caissie y, posteriormente, adaptado por Rigoberto Castañeda.
La cinta se filmo en locaciones del Ajusco, en la Ciudad de México, además de lugares de la ciudad de Morelos.
Los actores que personifican a los cazadores pasaron dos meses en un riguroso entrenamiento de combate escénico.
La cinta habla sobre los arcanos, los cuales eran soldados legendarios que surgen en Francia y Rumania, con predilección por las armas antiguas que utilizan para cazar a los monstruos.
Aunque se emplearon grandes efectos generados por computadora, la mayor parte de las secuencias de acción fueron realizadas en set y locación, por varios stunts, además de explosiones reales y uso de varios prostéticos.